¿Los adventistas somos los únicos que debemos explicar por qué se demora la segunda venida de Jesús?
*Nota del editor: En Latinoamerica están surgiendo nuevas especulaciones que intentan explicar el retraso de la segunda venida de Jesús. La Teología de la Última Generación sostiene sin fundamento bíblico que “la falta” de perfección (impecabilidad) entre el pueblo de Dios impide la parusía. Algunas teorías especulativas intentan avivar la inminencia como la Agenda 2030 o el retorno de Jesús para el 2031.
Una pregunta a Pablo: “Tú esperabas que el regreso de Cristo se produjera durante tu propia vida. Ahora sabemos que estabas equivocado. Te equivocaste por dos mil años y sumando. ¿Te molesta ese error, Pablo?”
Respuesta de Pablo: “No, la verdad es que no… Siempre supe la diferencia entre la fe, que es el compromiso de una vida, y la teología, que es la conjetura de un pensamiento. Nunca pensé que creer en lo que Dios haría significara saber cómo e incluso cuándo sucedería. Además, según mi experiencia, cualquier detalle que demos sobre el futuro humano suele ser erróneo, pero cualquier detalle que demos sobre el futuro divino siempre es equivocado. ¿Te has dado cuenta?”
Esta cita está tomada del libro En busca de Pablo (de John Dominic Crossan y Jonathan L. Reed, Nueva York: Harper, 2004, p. 177), de un capítulo titulado “Dos mil años y contando”.
La creencia en una segunda venida de Jesús está incorporada a la mitad del nombre de la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Los orígenes estadounidenses del siglo XIX de nuestra denominación protestante están asociados a un error cometido en la interpretación de la profecía bíblica relacionada con el momento de la segunda venida. Se suponía que Jesús regresaría en algún momento alrededor de 1844, pero hubo un “Gran Chasco”. No hubo una segunda venida en ese momento.
Sin embargo, no todo estaba perdido. Una nueva denominación nació. Según la historia tradicional, un pequeño grupo comprendió que el error no estaba en el momento, sino en la identificación del acontecimiento. Se reunieron en torno a una joven visionaria carismática, Ellen Harmon (más tarde Ellen White). Se hizo un ajuste teológico muy novedoso en la interpretación y se creó un concepto teológico totalmente nuevo, el “juicio investigador”, basado en textos bíblicos poco claros de Daniel, cuya interpretación fue validada por la joven visionaria.
Como adventistas, no debemos sentir que somos únicos en tener que explicar algún error al abordar el retraso de la segunda venida. La historia de la iglesia cristiana, que se remonta literalmente al principio, está plagada de predicciones sobre el momento del regreso de Jesús que no se cumplieron. ¿Por qué deberíamos los adventistas sentirnos especiales en ese sentido? Formamos parte de una larga serie de cristianos cuyas predicciones sobre la segunda venida no se cumplieron. También formamos parte de un largo linaje de cristianos que dieron una serie de explicaciones muy creativas de por qué sus predicciones habían sido erróneas y/o reinterpretaron el significado real de “regreso”.
Una de mis nietas tiene un dicho: “¡Nada está mal, pero algo no está bien!”. Con respecto a este tema, creo que, como mínimo, algo no está bien en la interpretación adventista oficial tradicional, defendida por nuestra iglesia en la actualidad: a saber, que estamos viviendo en el “fin de los tiempos” y que la segunda venida está muy cerca. El problema es que no sabemos muy bien qué es lo que no está bien, probablemente porque somos simples humanos tratando de entender algo que está totalmente fuera de nuestro alcance.
Citando la respuesta imaginaria de Pablo, “cualquier detalle que demos sobre el futuro divino siempre estará equivocado”. Esa es la naturaleza de la profecía denominada predictiva; siempre es errónea. Entonces, ¿por qué la consideramos “predecible”?
Ervin Taylor fue profesor emérito de Antropología en la Universidad de California en Riverside (UCR) hasta su muerte en 2019. Fue uno de los fundadores de Adventist Today en 1993.
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