Sudamérica impulsa la lucha contra el abuso sexual infantil
De un artículo de Adventist News Network:
La División Sudamericana está abordando el abuso sexual infantil en las iglesias adventistas locales.
«Es nuestra responsabilidad proteger a nuestros niños, garantizándoles el amor, la seguridad y la ayuda que necesitan», afirma Jeanete Lima, educadora y coordinadora del proyecto ¡Basta de Silencio! de la División Sudamericana.
Al analizar el número de casos de abuso infantil, es posible notar un aumento significativo en todo el mundo. En este sentido, la coordinadora del proyecto destaca algunos puntos importantes en los que es necesario trabajar para cambiar estas estadísticas.
Lima también destaca la necesidad de reforzar los conocimientos. «Leer y estar informado sobre el tema es muy importante», enfatiza.
«En la Iglesia, es necesario garantizar la seguridad en el ámbito religioso y, en particular, capacitar a los departamentos que trabajan con niños y adolescentes sobre la seguridad de los menores», dice.
También recuerda la importancia de acoger a la víctima y denunciar los abusos si se verifican.
El proyecto
Creado en 2002, Basta de Silencio es una iniciativa de la Iglesia Adventista del Séptimo Día con el objetivo de combatir y sensibilizar sobre diversas formas de violencia, con especial atención al abuso sexual infantil, la violencia doméstica y el acoso escolar.
Actividades educativas, charlas, seminarios y campañas online forman parte de las acciones del proyecto para informar a la sociedad sobre las señales de abuso, y así promover la prevención y denuncia de estos delitos.
La campaña consiste en la distribución de literatura y la celebración de eventos anuales en los ocho países de la División Sudamericana: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Ecuador, Paraguay, Perú y Uruguay. De este modo, pretende movilizar a las comunidades para que protejan y apoyen a las víctimas de la violencia.
El proyecto gira en torno a cuatro aspectos principales: sensibilización y educación, prevención, movilización social y apoyo a las víctimas.
Lima también subraya que el proyecto es «vital para la promoción de una cultura de paz, respeto y dignidad. Como cristianos, es nuestro deber luchar activamente contra toda forma de violencia».