Mi iglesia apoya el asesinato de personas LGBTQ en Uganda
Recientemente, mi amigo Bryan Ness me envió un enlace a un artículo del New York Times sobre el efecto de una nueva ley en Uganda que promete cadena perpetua para cualquier persona que admita, o sea acusada de, ser LGBTQ. La historia es suficiente como para producir arcadas.
Perdóneme, por favor, New York Times, pero debo compartir el comienzo del artículo con mis compañeros miembros de la iglesia, porque esta historia nos involucra:
En una austero casa de refugio, con cortinas delgadas y sin muebles, al noroeste de la capital de Kenia, Nairobi, la gente de la vecina Uganda se aferraba a los pocos objetos de valor que pudieron asegurar mientras huían de la nueva y dura legislación que los amenaza en su país de origen.
Un hombre gay se aferraba al rosario blanco que llevaba a la iglesia todos los domingos. Una mujer transgénero llevaba su vestido azul brillante favorito. Una pareja de lesbianas sujetaba el único teléfono móvil que tenía fotos de días más felices, saliendo a citas y bailando en clubes.
Ellos comenzaron a huir después de que el Parlamento de Uganda aprobara un proyecto de ley radical contra la homosexualidad a fines de marzo. Esta ley amenaza con castigos tan severos como la muerte por algunos delitos percibidos y requiere la cadena perpetua para cualquier individuo que tenga relaciones con personas del mismo sexo.
“El gobierno y el pueblo de Uganda están en contra de nuestra existencia”, dijo Mbajjwe Nimiro Wilson, un joven de 24 años que huyó con sólo una mochila días después de que una muchedumbre hostil, que incluyó a niños, lo acorralaron mientras compraba comestibles cerca de un refugio gay en Kampala, la capital.
“Seguían diciendo: ‘Te cazaremos. Ustedes, los homosexuales, deberían ser asesinados. Te masacraremos’”, relató. “No había otra opción que huir”.
Lo doloroso de leer esto es que mi iglesia, la iglesia de la cual soy miembro de toda la vida, y también pastor, apoyó esta ley. Los líderes de mi iglesia abogaron por una ley que la gente ahora está usando para prometer “cazar” y “masacrar” a la gente.
Sabemos esto porque el presidente de la Unión, Moses Maka Ndimukika, se solidarizó con el Consejo Inter-religioso de Uganda que impulsó esta ley y aparece en una foto con ellos celebrando la misma.
Desde la Asociación General se ha producido, en cambio, un silencio ensordecedor. Nuestros líderes denominacionales saben lo que está sucediendo en Uganda. Ellos saben que los representantes de la denominación allí promovieron esta ley nociva. Las personas están siendo cazadas debido a su orientación. Y al único “juez” en nuestra iglesia, que puede hablar de forma decisiva, y a menudo lo hace, no le importan las personas descritas en este artículo del New York Times suficientemente como para oponerse públicamente a su propio empleado en Uganda, quien a su vez se jactó con orgullo de contar con su apoyo.
¿Qué haría Jesús?
Sin duda, en los días de Jesús había personas que eran LGBTQ. Sabemos esto porque los escritores antiguos escribieron al respecto.
Jesús no dijo ni una palabra al respecto. Nada.
No sabemos, dado a su silencio, lo que Jesús pensaba sobre las relaciones comprometidas de las personas LGBTQ. Lo que sí vemos claramente es que dondequiera que Jesús iba, trataba de aliviar el sufrimiento humano.
Imagina a un grupo de rabinos que vienen a Jesús y le dicen: “La ley dice que debemos cazar a las personas LGBTQ como animales y encarcelarlos o asesinarlos. ¿Qué dices tú?”
Para responder a esta pregunta, tenemos al menos una historia a la cual referirnos. Cuando se le preguntó si debían apedrear a la mujer sorprendida en adulterio, Jesús dijo: “El que esté libre de pecado, que tire la primera piedra”.
¿Supones que nuestros líderes de la iglesia están todos libres del pecado? ¿Incluso del pecado sexual? Creo que eso es poco probable. No porque sean peores que los demás, sino porque son seres humanos, y en cualquier grupo grande de personas habrá quienes hayan caído en el pecado sexual.
Pero supongamos que ninguno de los hombres o mujeres de Silver Spring (cede de la Asociación General) ha tenido alguna vez un pensamiento o una acción impura. ¿No les correspondería a ellos, como seguidores de Jesús, el tomar una posición en contra de la cadena perpetua, en contra de la pena de muerte, y aun más, en contra de la caza de personas homosexuales como si fueran animales? ¿Dónde está eso en las enseñanzas de Jesús? Ese Jesús quién se opuso resueltamente a la ley del talión.
Habéis oído que se dijo: Ojo por ojo y diente por diente. Pero yo os digo que no resistáis al malvado. Pero al que te dé una bofetada en la mejilla derecha, vuélvele también la otra. Si alguien quiere ponerte pleito y quitarte la túnica, déjale también la capa. Y cualquiera que te obligue a llevar una milla, ve con él dos (Mateo 5:38-41).
No es la primera vez
En el 2012, Blaisious Ruguri, presidente de la División Africana Centro-Oriental, habló en la IASD de Mbarara. Blaisious Ruguri declaró que los adventistas apoyaban “totalmente” una versión anterior del “Proyecto de ley contra la homosexualidad” del gobierno que también criminalizaba la intimidad entre personas del mismo sexo con penas de prisión y pena de muerte. Un artículo en un diario de Uganda, New Vision, muestra a Ruguri de pie junto al diputado estatal Medard Bitekyerezo y lo cita diciendo:
“Nuestra postura es de ‘tolerancia cero’ a este vicio y a la influencia occidental en este tema crucial porque Dios ha dicho que no. Estamos unidos junto al Presidente y al Presidente de la Cámara y apoyamos totalmente el Proyecto de ley contra la homosexualidad. Llamo a todos los ministros religiosos, a todos los ugandeses y a todos los africanos a decir no a la homosexualidad. Defendamos nuestra soberanía como ugandeses y como pueblo temeroso de Dios aunque se desplomen los cielos”.
Quizás en respuesta a una apasionada carta de la entonces presidenta de Kinship International, Yolanda Elliott, a la Asociación General, unos días después, Adventist News Network emitió una declaración.
¿Dijeron que no había lugar en el liderazgo adventista para alguien que apoyara la pena de muerte?
¡Ja! De ninguna manera. Adventist News Network (ANN) citó a Blaisious Ruguri insistiendo que él realmente no dijo lo que dijo, ¡y que de hecho no tenía ningún conocimiento de lo que estaba en la ley!
Nuestros líderes son crédulos o deshonestos. Blaisious Ruguri sigue siendo el presidente de la División Africana Centro-Oriental.
Lo mismo ha sucedido ahora con otro importante dirigente en África. Si de hecho, alguna vez, se aborda el tema, ¿obtendremos más de lo mismo de la Asociación General, pero esta vez en nombre de Moses Maka Ndimukika? Dada la historia de esta ley, ¿cuántas veces se pueden usar las excusas de “Me citaron mal” o “No sabía de lo que se trataba realmente”?
¿Por qué no emiten una declaración?
Yo, como algunos de ustedes, soy escéptico acerca de la autoridad que la Asociación General reclama para sí misma. Como he dicho muchas veces, las citas de Elena de White que dicen que la Asociación General (AG) es la máxima autoridad de Dios en la tierra se repiten en cada reunión de la AG a la que he asistido. Y a continuación citan El conflicto de los siglos, que critica al Vaticano por demasiada autoridad. No ven la ironía.
Aun así la AG es el único nivel de la iglesia que tiene el oído tanto de la iglesia como del mundo. Y ejerce una autoridad, de arriba hacia abajo, que se ha mostrado muy dispuesta a usar contra las mujeres y contra quienes apoyan a las mujeres en el ministerio.
Entonces, ¿por qué la AG no levanta la voz en contra de la violencia y de la pena de muerte, conforme a sus propias declaraciones?
En su anuncio sobre el “Grupo de trabajo sobre la sexualidad humana”, Ted Wilson dijo: “Necesitamos tratar a todas las personas con respeto, con amor y con cuidado”.
¿Lo dijo en serio? Durante su mandato como presidente, Wilson ha mostrado una obsesión con la homosexualidad. Él ha adoptado ministerios de cambio gay desacreditados como el promovido por Wayne Blakely (quien fue cancelado en una reunión campestre hace unos años cuando se descubrió que no estaba practicando lo que predicaba).
Wilson incluso llevó a Blakely a hablar en una reunión del Comité Ejecutivo de la Asociación General.
Y, como señalé anteriormente, cuando el Presidente de la Unión de Uganda salió en defensa de la malvada ley de ese país, la respuesta inmediata de Ted Wilson no fue condenar a Moses Maka Ndimukika por apoyar la pena de muerte, sino condenar a la Conferencia Hanseática en Alemania por no despedir a un pastor bisexual que es célibe.
Sobre la violencia
Por favor, comprende esto: no estoy hablando aquí de si piensas que las relaciones LGBTQ son correctas o incorrectas. Personalmente, creo que hay buena evidencia para apoyar a las personas en relaciones LGBTQ comprometidas.
Pero, en esta pieza, no estoy tratando de convencerte de eso. Simplemente pregunto esto: ¿el apoyo de tu denominación a la cadena perpetua y a la pena de muerte para los acusados de comportamiento LGBTQ refleja tu entendimiento de las actitudes de Jesús? ¿Es eso lo que representas cuando dices que eres un miembro que paga sus diezmos a la Iglesia Adventista del Séptimo Día? ¿Crees que las personas LGBTQ deberían ser cazadas y masacradas?
Aparentemente, el Presidente de la Unión en Uganda lo cree, y los líderes de nuestra iglesia, que son los únicos con autoridad suficiente para contradecirlo, no se preocupan lo suficiente como para decir algo.
Quizás estén de acuerdo con él.
Blaisious Ruguri todavía ocupa una de las posiciones más altas en el liderazgo de la iglesia después de afirmar hace 11 años que el periódico inventó lo que dijo.
No fue así, por supuesto. Y el hecho de que estemos dando vueltas por segunda vez sobre este mismo conjunto de leyes en Uganda lo demuestra.
Personalmente, me gustaría ver a estos dos hombres, Moses Maka Ndimukika y Blaisious Ruguri, removidos del liderazgo de la iglesia. Aunque dudo que esto suceda. Observa a la iglesia a la que le estás pagando tus diezmos y ofrendas redoblar su odio hacia los homosexuales, y presentar excusas para estos líderes de la iglesia africana. (Personalmente, yo no los reconozco como líderes de la iglesia en absoluto, tan desconectados están de las enseñanzas de Jesús).
Pero si quieres que Ted Wilson y su equipo sepan lo que piensas, puede escribirle. Una carta en papel vale más que un correo electrónico.
No esperes que te respondan ninguno. Ojalá las100 cartas sobre el escritorio de Ted Wilson lo hicieran actuar. Pero no puedo garantizar eso. Ted Wilson tiene una obsesión con las personas gay, y eso no va a desaparecer sin importar cuánta resistencia encuentre.
Loren Seibold es el Editor Ejecutivo de Adventist Today