ADRA Ucrania ayuda en la crisis de agua en la región
«En las horas previas al amanecer del 6 de junio de 2023, un par de explosiones sacudieron la presa de Kakhovka, una instalación hidroeléctrica de 3 kilómetros de longitud en el río Dnipro, al sur de Ucrania». Así comienza un artículo de la revista científica Science sobre el deterioro de uno de los mayores embalses de Europa y sus consecuencias. La destrucción del embalse no es más que otra forma de daño colateral en la guerra continua entre Ucrania y Rusia.
El impacto medioambiental es enorme por sí mismo, pero la situación es desesperada para el millón de ciudadanos que han perdido el acceso al agua potable. Más de un año después, ADRA Ucrania instaló estaciones de purificación de agua en el distrito de Bashtanka, en la región ucraniana de Mykolaiv. Las 14 estaciones se encuentran en instituciones educativas y hospitales de Snihurivka, Berezneguvate, Vysunsk, Vilne Zaporizhzhia, Kaluga, Shevchenkove-2, Pavlivka, Yurivka y Kalynivka, y está prevista la apertura de una decimoquinta estación a mediados de octubre de 2024 en el pueblo de Halahanivka, distrito de Snihuriv, región de Mykolaiv.
Cuando el proyecto comenzó a desarrollarse, la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días donó una gran parte de las plantas de tratamiento de agua a ADRA Ucrania, reconociendo las implicaciones del agua contaminada en escuelas, hogares y hospitales. Estos son epicentros de la vida cotidiana, y el riesgo de envenenar a un niño pequeño o contaminar a un paciente con un suministro de agua comprometido era alto.
Climatólogos, ecologistas, ambientalistas e ingenieros civiles estudian cómo revertir la crisis ecológica, mejorando la calidad de vida de los residentes. Sin embargo, mientras dure la guerra, hay pocas posibilidades de una rápida recuperación. Mientras tanto, ADRA Ucrania hace lo que puede para satisfacer las necesidades cotidianas de los ciudadanos, devolviéndoles la dignidad perdida en tiempos de guerra.