Y con Francisco, muere otra vez la Ley Dominical
Se fue el papa jesuita, de los grandes titulares como “el papa del fin del mundo”, de los muchos planes de reforma para su iglesia; quien llegó al poder en medio de los escándalos de abuso sexual de sacerdotes católicos, que hicieron renunciar a Benedicto XVI. Y que, sin lugar a dudas, el pontificado del argentino Jorge Bergoglio, fue un intento de poner a la iglesia católica en sintonía con las necesidades de la sociedad y conectarlos con el mundo que los rodea. Y, aun así, no se logró salvar de las intrigas de la curia romana, al punto que lo llevaron a decir: “Hacer la reforma en Roma es como limpiar la Esfinge de Egipto con un cepillo de dientes”.
De hecho, la existencia de dos Papas en esta década, uno emérito y Francisco, mostraron la crisis interna del papado y la iglesia católica. Tal como lo quiso reflejar Fernando Meirelles, en la pelicula de ficción de Netflix: “Los dos papas”, nominada a 3 Oscar.
La expectativa en la escatología adventista
A diferencia de cualquier otro grupo religioso, el adventismo sabatario, por influencia de Ellen White, considera que el papado tendrá un papel importante en los eventos finales antes de la segunda venida de Jesús. Bajo una lectura apocalíptica, se asume que cada papa electo, puede cumplir esa predicción. Donde el Vaticano se fusionará con el poder político de los Estados Unidos, y así tendrá un dominio mundial.
Pero, el poder del papado, entendido por la tradición adventista en Apocalipsis 13, afirma que este poder promulgara una Ley dominical como parte de la marca del 666, la cual causara intolerancia religiosa y terminara con una persecución encarnizada contra los adventistas del séptimo día. Estos sucesos son indispensables y anteceden a la segunda venida de Jesús. De allí que las teorías conspirativas respecto al papado, son muy populares en los círculos conservadores adventistas. Por supuesto, se mezclan otros pasajes de la Biblia con elementos históricos medievales para reforzar que la historia se volverá a repetir.
La repetición agotadora
Las teorías conspirativas de los adventistas tradicionalistas, se alimentan con la elección de cada Papa, y a cada uno se le asigna algo distintivo, que demostraría el supuesto cumplimiento de los elementos de Apocalipsis 13.
Francisco, al igual que sus predecesores, recibió su cuota de atención por parte de los predicadores adventistas tradicionalistas, se le destaco su procedencia como miembro de la Compañía de Jesús, un jesuita consumado. Y por las cuestiones sociales, culturales, ambientales, políticas y morales que lo hicieron popular. A Juan Pablo II, que viajo mucho y duro un buen tiempo, fue señalado por los predicadores adventistas de haber redactado la Ley dominical. Algo que escuche con familiaridad, incluso en charlas apocalípticas que se nos daban en las escuelas adventistas. Y Benedicto XVI era un alemán, así que nadie mejor que ellos para reactivar los campos de concentración.
En el caso de la renuncia de Benedicto XVI, creo expectativas poco alentadoras, ya que no era compatible con las teorías de supremacía papal. En un artículo publicado por la página de noticias adventistas de la División Sudamericana en 2013, con el título “Estudioso de la profecía habla sobre la renuncia del Papa“, se le resto importancia a la renuncia, y se reafirmó la teoría de que el poder papal aún estaba vigente, y que tendría una influencia global en la escatología.
Sin embargo, estas teorías sobre la supremacía papal están perdiendo fuerza en el adventismo. Y cada repetición de los mismos elementos de interpretación tradicional, sin atinarle a ningún pontífice, solo agotan y desgastan a los adventistas. Y eso, sin contar que la credibilidad es nula y poco sería para los lectores fuera del adventismo.
En febrero de 2025, Marcos Blanco, editor para la Revista Adventista de la División Sudamericana, se refirió a las teorías alarmantes sobre el papado como “fake news”. Aunque, Blanco reafirmó la interpretación tradicional adventista respecto a Apocalipsis 13, no dejo de dar mensajes muy apropiados en que los elementos escatológicos no estaban siquiera a la vista.
Pero estas repeticiones, ya reflejan ese cansancio. Samuel Gil, editor para la Revista Adventista de España, publicó un reciente artículo, bajo un título bien intencionado: “¿El último Papa?”, donde reconoce estas falsas expectativas en los círculos adventistas:
Recuerdo cuando falleció el papa Juan Pablo II (Karol Wojtyła) en 2005. Una hermana de iglesia se apresuró a afirmar en redes sociales que el siguiente papa sería el último, basándose en razones que, al parecer, interpretó o inventó. Años después, la misma persona aseguró que Benedicto XVI (Joseph Ratzinger) sí sería el último ante «del fin».
La ley dominical sigue muriendo entre los adventistas
La ley dominical pierde fuerza, no solo por la falta de interés entre los adventistas, sino porque representa desafíos globales que son poco realistas, más en el actual panorama mundial. Los elementos de Apocalipsis 13 son sucesivos, uno tras el otro. No figura una dominio y adoración parcial o pausada de la primera Bestia, sino global y permanente: “…se le dio autoridad sobre toda tribu, pueblo, lengua y nación…la adoraron todos los moradores de la tierra” (Apo 13:7b; 8a).
Si la herida sanada de la Bestia (Apo 13:3), según la interpretación tradicional adventista, ocurrió en 1929. Entonces cabe preguntarse cómo Apocalipsis 13:7 y 8 se ajusta a la actualidad, siendo que los papas no tienen siquiera dominio mundial, y como en el caso de Benedicto XVI y Francisco, mostraron que tampoco pueden controlar su propio sistema religioso.
Por ejemplo, Rafael Rossi, publicó en 2015 un artículo en la web oficial de noticias de la División Sudamericana, cambiando Bestia por Papa: “‘Y se maravilló toda la tierra’ con el Papa”. Rossi, incluso señaló que:
Lejos del protestantismo de algunos siglos, para muchos líderes de hoy el papa pasó de “anticristo” a “hermano en Cristo”. Eso sorprendentemente confirma la profecía cuando dice que el “mundo entero, fascinado, iba tras la bestia” (NVI).
Sin embargo, esta certeza de Rossi se desborono con la muerte de Francisco. Y en un artículo publicado el 21 de abril de 2025, “El nuevo papa y las profecías de Apocalipsis“, en donde afirmó que: “La muerte del cardenal Jorge Mario Bergoglio, papa Francisco, que sucedió este 21 de abril, naturalmente alimenta la especulación profética”, y restándole crédito a la teoría conspirativa de los siete papas, popular en círculos adventistas.
Lo cierto es que Francisco ya no está más. Y los Estados Unidos ni siquiera parece estar pensando en servir al papado. Así que, la marca de la bestia, entendida tradicionalmente por los adventistas como la Ley dominical, no es siquiera algo tangible. Menos que los guardadores del sábado sean un enemigo potencial. Tomando en cuenta que Estados Unidos protege a Israel, un país donde la observancia del sabado esta arraigado.
Conclusión
Si bien, las teorías conspirativas intentan reavivarse con la elección de un nuevo pontífice, también es cierto que cuando un Papa muere, la teoría de la Ley dominical pierde fuerza y se debilita, al punto que terminará de extinguirse entre los adventistas, como ya está sucediendo en muchas iglesias.
Los adventistas son guardadores del sábado, lo aprendieron de los Bautistas del séptimo día, y deberíamos entender que nuestra relevancia no radica en pensar que seremos perseguidos. Así como nosotros hablamos del sábado, los católicos hablarán del domingo. Por lo que, no debería sorprendernos cuando un Papa católico, hable o escriba una encíclica sobre el domingo.
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Daniel A. Mora, es editor para AToday Latinoamerica.
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