La cancelación de visados de estudiante y las redadas de Migración (ICE) suponen un riesgo para la Universidad Andrews
Con la cancelación de cientos de visados de estudiantes bajo el gobierno actual de los Estados Unidos, la Universidad Andrews y muchas otras universidades adventistas del séptimo día se preguntan si serán los próximos.
En un reciente artículo de The Student Movement, el periódico estudiantil oficial de la Universidad Andrews, se expresa preocupación por las deportaciones arbitrarias de estudiantes. Expertos en inmigración han comentado que la deportación de estudiantes internacionales parece tener menos que ver con la defensa de la ley de inmigración y más con la represión de las opiniones de los estudiantes. Aquellos que apoyan abiertamente a Palestina en el actual conflicto parecen ser un objetivo especial. Mahmoud Khalil, residente en Estados Unidos, destacado defensor propalestino y estudiante de posgrado en la Universidad de Columbia, fue detenido en su apartamento, propiedad de la universidad, el 8 de marzo. «Desde entonces, más de 1.300 estudiantes internacionales de 210 facultades y universidades han visto modificada su situación legal y revocados sus visados por el gobierno federal».
Para justificar estas acciones se ha dicho que los estudiantes eran percibidos como agitadores, que promovían un ambiente peligroso con sus protestas y que el sentimiento pro Palestina equivale a ser pro Hamás. El Secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, criticó públicamente las muestras de empatía de los estudiantes hacia Palestina, afirmando que los estudiantes que expresan su libertad de expresión mediante protestas son « revoltosos y socavan nuestras universidades». También subrayó que tener un visado es un privilegio, no un derecho.
A muchos les preocupa que apuntar a los estudiantes internacionales sea una forma conveniente de silenciar a quienes se muestran críticos con la actual administración.
Aunque la Universidad Andrews aún no se ha visto afectada por estas deportaciones, a muchos miembros de la comunidad les preocupa que ellos puedan ser los siguientes. Como señala Andrew Francis, autor del artículo de The Student Movement:
“Andrews está muy orgullosa de su población estudiantil internacional, dado que el 20% de sus estudiantes vienen de fuera de EE.UU. Según U.S. News and World Report, Andrews tiene el 7º mayor alumnado internacional entre las universidades del país. Aunque no ha habido informes de estudiantes de Andrews a los que se les haya revocado el visado o que estén en peligro, una parte significativa de la comunidad universitaria sigue siendo vulnerable a tales acciones, y se han emprendido pocas acciones legales efectivas para revertir la rescisión de estos visados.”
Stuart y Alayne Thorpe, decanos de la Facultad de Educación y Servicios Internacionales, están trabajando para hacer frente a los temores de los estudiantes internacionales. Aunque desean cumplir las políticas del gobierno, el reglamento ha cambiado significativamente en los últimos meses.
“En el pasado, el Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU. colaboraba con las escuelas para avisar con antelación de posibles cambios e investigaciones en el Sistema de Información de Estudiantes y Visitantes de Intercambio (SEVIS), que gestiona la situación de los visados de estudiante. Sin embargo, dado que el gobierno federal permite a agencias como el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EE.UU. (ICE) acceder a los registros de visados de los estudiantes, las cancelaciones de visados pueden producirse repentinamente sin previo aviso.”
A pesar de estos retos, la Universidad Andrews se niega a promover la censura y defiende el derecho de los estudiantes a la libertad de expresión. Al mismo tiempo, anima a los estudiantes vulnerables a ser conscientes de su presencia en Internet, ya que esta exposición puede dar lugar a represalias. El 17 de abril se celebró una Asamblea para debatir cómo los estudiantes pueden hacer frente a las posibles consecuencias, abordar sus preocupaciones y disipar la información errónea que fomenta una ansiedad innecesaria.