Encontrar puntos en común en medio de las diferencias
por Björn Karlman | Director Ejecutivo de Adventist Today
Sentado en los asientos de primera fila del centro de convenciones America’s Center -también conocido como la zona de «medios de comunicación externos» asignada a la Sesión de la Asociación General- me encontré al lado de un nuevo amigo cuya publicación se sitúa firmemente en el ala ultraconservadora del adventismo. Nos reímos de cómo leemos el trabajo del otro no para ponernos de acuerdo, sino para inspirarnos sobre lo que *no* debemos escribir. Nuestras perspectivas editoriales son tan contrarias que a menudo nos encontramos cubriendo los mismos acontecimientos desde ángulos completamente opuestos.
Sin embargo, allí estábamos, uno al lado del otro en la Sesión de la AG, sin pelearnos. A pesar de las diferencias entre nuestras publicaciones -sobre todo, desde escatología hasta vacunaciones- encontramos un área de total acuerdo: la oposición a la censura en los medios de comunicación eclesiásticos. Ese valor compartido, incluso entre opuestos ideológicos, nos pareció significativo.
La Sala de Exhibiciones: Un microcosmos del adventismo
Recorriendo la Sala de Exhibiciones, me encontré con Esteban Bohr, presidente del ministerio independiente Secrets Unsealed, conocido por su predicación de extrema derecha y su estridente enfoque escatológico. Nos hicimos una foto juntos, y me confesó que conocer gente en el Salón era una de las principales razones por las que se tomaba la molestia de asistir a la AG. Su comentario me tocó la fibra sensible. El adventismo, al igual que la sociedad en general, está cada vez más polarizado. Es fácil refugiarse en nuestras tribus, leer sólo lo que refuerza nuestros puntos de vista. Pero aquí en el Congreso, a pesar de las divisiones, hay una auténtica sensación de formar parte de una gran familia internacional.
Por supuesto, cada familia tiene sus peculiaridades: tíos raros, discusiones acaloradas y algún que otro espectáculo. La sala de exposiciones tiene su dosis de activistas marginales, y hay alguien fuera del centro conduciendo un todoterreno con un cartel que advierte sobre la apostasía y el recién elegido presidente de la AG. También hay momentos de auténtica vulnerabilidad humana, como presenciar cómo líderes de alto nivel pierden su trabajo delante de todo el mundo mientras se desarrolla la cruel política de la AG.
Momentos humanos en medio de la política
Hace unos días, me crucé con Ted y Nancy Wilson en la calle, a la salida del centro de convenciones. Wilson había perdido las elecciones presidenciales de AC el día anterior. Ambos saludaron y sonrieron, pero la expresión de Wilson era inequívocamente triste. Estos momentos nos recuerdan que, detrás de los titulares y los debates políticos, hay personas reales que experimentan altibajos muy públicos. Me alegré de que la AG tuviera un nuevo líder, pero me sentí apenado por Wilson como ser humano y le deseo lo mejor a él y a su familia.
Por qué importa el trato personal
Es fácil ser crítico con la reunión de la AG. La logística es cara, y el orden del día puede parecer empantanado en minucias: por ejemplo, los millones que se gastan en enviar a miles de personas a Estados Unidos para editar el manual de la Iglesia. Pero hay algo vital en reunirse en persona. El compañerismo y el diálogo fomentan un sentido de comunidad que no puede reproducirse en línea. Es en estas interacciones cara a cara donde tenemos la mejor oportunidad de escuchar, aprender e incluso cambiar.