Los rumores sobre ADRA fueron discutidos en reunión del Comité Ejecutivo de la Asociación General
El presidente de la Asociación General, Ted Wilson, abordó tres puntos importantes en relación con la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA) durante la reunión de primavera del Comité Ejecutivo de la Asociación General (EXCOM).
En primer lugar, se dio una cordial despedida al anterior presidente de ADRA, Michael Kruger. Aunque Kruger se traslada a un nuevo puesto en Adventist HealthCare, deja tras de sí un legado de liderazgo dedicado dentro de la organización, que es muy apreciado.
El segundo punto tratado fue un cambio más doloroso dentro de ADRA que se espera tenga implicaciones globales. En un artículo publicado en la Adventist Review, Wilson afirmó que, debido a «ciertos acontecimientos aquí con el gobierno de los Estados Unidos», muchos programas, no sólo los de ADRA, sino también los de numerosas organizaciones no gubernamentales que sirven a fines humanitarios, están ahora en peligro debido a las reducciones presupuestarias.
Wilson se refirió específicamente al colapso de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID). La pérdida de apoyo gubernamental a la ayuda humanitaria supone un importante reto financiero para organizaciones como ADRA. Explicó que los fondos de USAID han sido cruciales para sostener «la infraestructura y el marco del trabajo de ADRA en todo el mundo».
Recientemente, la situación financiera de ADRA se ha convertido en objeto de rumores y denuncias infundadas. Han circulado afirmaciones en las redes sociales y en publicaciones poco fiables, sugiriendo que ADRA está involucrada en la inmigración ilegal, que los salarios de los miembros de la junta se han duplicado y que el presidente de la organización gana un salario inflado en millones.
Aunque muchas otras organizaciones confesionales se han enfrentado a críticas similares, ADRA no había sido objeto de semejante desinformación hasta hace poco. Kruger y Wilson abordaron las falsas afirmaciones una por una. Según el artículo de la Adventist Review, Kruger reconoció que «ADRA trabaja con inmigrantes y personas desplazadas», y subrayó: «Se trata de algunas de las personas más desesperadas del planeta». Compartió que la mayor intervención de asistencia a los migrantes se produjo en Ucrania, donde millones de personas huyeron hacia el oeste para escapar de la guerra. ADRA colabora con agencias y gobiernos para apoyar a familias y personas desplazadas. Sin embargo, afirmó con firmeza: «La acusación de que ADRA trabaja básicamente como un “coyote” en la frontera sur de los Estados Unidos es patentemente falsa. No es la forma en que trabajamos; no es lo que hacemos».
Paulo Lopes, recién nombrado presidente de ADRA, fue presentado formalmente al comité. Aunque reconoció los retos a los que se enfrenta la agencia, Lopes siguió centrado en la fe y en la misión que tiene por delante. «No nos intimidan [los retos actuales], porque tenemos un gran Dios», dijo. «Aquel que es dueño de ADRA, Aquel que siempre ha provisto para ADRA… seguirá proveyendo en el futuro».
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