Jesus: ¿Liberal?
Desde el lunes 20 de enero de 2025, en Estados Unidos se vive lo que se ha llamado por intelectuales del Derecho: “una Monarquía Constitucional”. Desde la presidencia se han emitido 22 órdenes ejecutivas, cientos de memorandos presidenciales y acciones ejecutivas relacionadas con el presupuesto, la inmigración, el cambio climático y la diversidad.
La avalancha de ordenes ejecutivas, fueron hechas de forma rápida y contundente. Se dice que el objetivo era impedir una movilización de la sociedad civil a los Tribunales para defender la Constitución y la democracia, algo que jamás se pensó que sucedería en el siglo 21.
También era impensable que la visión del mundo y las políticas cristianas conservadoras que reflejan obsesión, compulsión y ansiedad ante la diversidad, la perspectiva de género, el racismo; la desigualdad social, la discriminación y otras causas progresistas, dominaran hegemónicamente en los Estados Unidos, al extremo de demonizar en el nombre de Dios, a todas las corrientes de pensamiento filosóficas identificadas con el cambio social; la economía sustentable; la ecología; la diversidad; el feminismo, la autogestión de los pobres, la igualdad de derechos, la acción comunitaria, equidad, inclusión y cualquier agenda progresista.
El Dr. Ben Carson, (adventista) asesor religioso y uno de los autores del Proyecto 2025, ha dicho públicamente que la bestia del abismo (Apocalipsis 11:7 y Daniel 11:40) “es la izquierda marxista (los demócratas, e izquierdistas revolucionarios) acerca de los cuales se proponen irrevocablemente destruir la republica estadounidense” Por lo que la única esperanza es detenerla.
Esta visión hace entendible la razón por la cual una de las primeras órdenes ejecutivas presidenciales, fue poner fin a todos los programas, políticas, declaraciones y comunicaciones gubernamentales que promuevan o apoyen la “ideología de género”; todos los programas de “diversidad, equidad e inclusión” (DEI) dentro del gobierno federal
La premisa inarticulada en la orden ejecutiva es que no se va a tolerar ninguna ideología que esté a favor de valores y políticas progresistas como la justicia social, la igualdad para todos; equidad racial, los derechos LGBTQ+, el feminismo y el derecho al aborto, porque se consideran ideologías (marxistas) divisivas para los cristianos y los conservadores republicanos.
La intolerancia está en acción (censura y hogueras)
La Obispo Episcopal de Washington, Mariann Budde, ante la aplicación de las ordenes ejecutivas, pidió piedad con los inmigrantes y los miembros de la comunidad LGTBQ. Recibió como respuesta gubernamental, el adjetivo de “odiadora de extrema izquierda” con una exigencia que se disculpara.
El máximo representante de la Iglesia Católica, el Papa Francisco se expresó en contra de las deportaciones de inmigrantes por privarles de su dignidad y un vocero de la Casa Blanca le respondió: “que se ocupara de sus propios asuntos”
Ciertamente se han encendido las hogueras y la censura. Una censura gubernamental que va a crear un “efecto inhibidor” que va a limitar la libertad de expresión, a los ciudadanos estadounidenses (puertorriqueños inclusive) y las Iglesias para no sufrir consecuencias. Eso puede explicar el comunicado cauteloso que divulgó la Unión Adventista Norteamericana, haciendo un llamado a la dignidad y a la decencia humana y el no haberse unido a una demanda de 27 grupos religiosos que demandaron al gobierno para impedir arrestos de inmigrantes en las Iglesias.
Paralelamente a este conjunto de actos gubernamentales para contener, detener, o castigar todo lo que tenga que ver con la defensa de temas sociales, discriminación racial, la injusticia social, se ha desarrollado una nueva estrategia política para ganar el apoyo de los cristianos evangélicos, particularmente los Movimientos Carismáticos Independientes; Reformistas; tele- evangelistas; los religiosos defensores de la teología de la prosperidad; y religiones conservadoras -fundamentalistas,
Esta estrategia política necesita la colaboración y el auxilio de estos sectores para legitimar el poder y el Nuevo Orden político que se quiere establecer a través de la presidencia
A esos efectos se han hecho expresiones públicas, en los Desayunos Nacionales de Oración (en el Capitolio de Estados Unidos) de que se creará una oficina religiosa en la Casa Blanca para combatir el “sesgo anticristiano” dentro del gobierno federal; una nueva comisión sobre libertad religiosa, con una fiscal federal a cargo, que establecerá medidas para proteger a los cristianos de la “discriminación religiosa”; “políticas, prácticas o conductas violatorias”.
“La misión de este grupo de trabajo será, detener de inmediato todas las formas de persecución y discriminación anticristiana dentro del gobierno federal, incluido el Departamento de Justicia, el IRS, el FBI y otras agencias”.
El fiscal general trabajará para “perseguir plenamente la violencia y el vandalismo anticristianos en nuestra sociedad, mover cielo y tierra para defender los derechos de los cristianos, creyentes religiosos en todo el país”
Cuando me enteré de la noticia quedé sorprendido, porque no encontré evidencia en los Medios de lo que se hablaba y de los hechos específicos mencionados.
Ciertamente la creación de este grupo de trabajo plantea unos conflictos constitucionales relacionados con la separación de la iglesia y el estado. La Primera Enmienda de la Constitución de Estados Unidos establece que el Estado -Gobierno no debe alentar, endosar, ni inhibir a una religión particular o a la Religión en general, además de ciertas dudas con respecto a si la misión de este grupo es la persecución de los sectores progresistas y liberales, en el Congreso, en el Poder Judicial y en la sociedad civil, todo ello con la anuencia de los cristianos evangélicos.
El camino está pavimentado de hipocresía, sarcasmo e ironía
El cristiano que acepte el mensaje de demonizar todo aquello que se percibe como progresista y liberal atribuyendo cualidades o intenciones perversas, deshonesta y hasta diabólicas está transmitiendo un evangelio completamente contrario al mensaje de Jesus. Esta renegando a Jesus, su carácter de amor, misericordia, justicia y paz para todos y rechazando recibir a través del Espíritu Santo la presencia de ese carácter de Jesus en mi mente, emociones y sentimientos.
Jesus es descrito por el Apóstol Juan como un ser misericordioso, compasivo y justo, identificado, con los pobres, que hacía justicia, con todos aquellos que eran marginados por la sociedad: el huérfano, la viuda, el pobre, la prostituta, la samaritana, el leproso, la mujer impura del flujo de sangre, el endemoniado y todos aquellos que eran rechazados, discriminados y “echados a un lado”
A todos estos sectores, les dio su amor y su justicia, una justicia que era disruptiva para el imperio Romano, para los religiosos de la época y para nosotros en el siglo 21. Jesus nos dijo que diéramos alimento a los pobres, “porque en cuanto lo hicisteis a uno de mis hermanos más pequeños a mi lo hicisteis” (Mateo 25-35-46).
Proclamó su doctrina en Juan 13:34:
“Un mandamiento nuevo os doy: que os améis los unos a los otros; qué como yo os he amado, así también os améis los unos a los otros”
Imagine esta escena:
Jesus regresa a la tierra y se dirige a las multitudes que lo ven y lo adoran. El Maestro en su inmenso amor, misericordia, empatía, sensibilidad, y compasión nos dice que amemos a los gays, a las personas de diferentes religiones, o sin religión, a los indigentes que no tienen dinero, a los homeless, a los de piel y raza diferente; a los que nacieron en otra nación, a los inmigrantes, a los trans, porque Jesus los ama y vino a salvar a todos los pecadores (1 Timoteo, 1:15) (1 Timoteo 2:3-6) (Juan, 3:17)
¿Le gritarían y lo acusaría el gobierno de los Estados Unidos y los cristianos religiosos de esta época de ser un liberal, marxista, izquierdista revolucionario?
Edison Garcia-Creitoff enseñó ética y comunicación durante 15 años en diferentes universidades de Puerto Rico. Es Trabajador Social, Mediador de Conflictos, abogado (J.D.) capellán laico y Coach Motivacional -Espiritual.